A propósito del reciente campeonato en el fútbol costarricense, y dado que es evidente que este deporte mueve masas y genera intereses tanto grupales como individuales que a menudo se traducen en sumas exorbitantes, es oportuno reflexionar sobre la importancia del Compliance en el fútbol de Costa Rica y en el mundo.
El mundo del deporte, especialmente el fútbol, ha sido tradicionalmente un campo donde la pasión y la competencia se encuentran a tope. Sin embargo, en los últimos años, la necesidad de implementar prácticas de Compliance ha tomado un protagonismo significativo, destacando la importancia de la integridad y la transparencia en todas las áreas de esta industria.
El Compliance, entendido como el cumplimiento normativo, abarca una serie de políticas y procedimientos que las organizaciones deben seguir para garantizar que sus operaciones se realicen de manera ética y legal. En el ámbito deportivo, y particularmente en el fútbol, la implementación de programas de Compliance es esencial para prevenir conductas indebidas, fraudes y corrupción que puedan empañar la reputación de los equipos y de la propia federación.
En Costa Rica, el fútbol no solo representa una pasión nacional, sino también una plataforma significativa para la promoción de valores éticos. Prueba de ello es el gran esfuerzo en la erradicación de la discriminación y la violencia, en que cada equipo, sus jugadores y aficionados adoptan estos valores como una cultura, y poco a poco se han dado muestras de rechazo contra aquellos que no interiorizan estos principios y los ponen en práctica antes, durante y después de un partido de fútbol. Aunque los equipos pueden lograr grandes éxitos en el campo de juego, su verdadero reconocimiento y sostenibilidad a largo plazo se incrementan considerablemente cuando implementan prácticas de Compliance.
Un caso reciente que subraya la importancia del Compliance es el del FC Barcelona, involucrado en un escándalo por pagos realizados a un ex directivo del Comité Técnico de Árbitros de España. Estos pagos, que en apariencia ascendieron a millones de euros, fueron realizados durante varios años supuestamente a cambio de informes técnicos sobre arbitrajes. Aunque las sospechas de corrupción son altas, el caso aún está en investigación judicial y ha generado un debate intenso sobre la transparencia y la ética en el fútbol.
Pero entonces, ¿qué deben hacer las gerencias y directivas de los equipos de fútbol? La respuesta es clara: deben asesorarse con expertos en Compliance, conocer la gestión del riesgo y, con ello, determinar qué aspectos exigen procesos de control y cumplimiento. Esto implica la creación de códigos de conducta, la implementación de sistemas de denuncia y la capacitación continua de todos los miembros del club, desde los directivos hasta los jugadores. Es igualmente importante que el Compliance abarque a los árbitros, estableciendo reglas claras sobre cómo la transparencia y la integridad deben permear todas las decisiones y evitando cualquier tipo de acuerdos con los jueces. Estas medidas no solo fomentarán un ambiente de juego limpio y justo, sino que también fortalecerán la confianza de los patrocinadores, aficionados y la comunidad en general.
Razones de sobra hay para que los clubes de fútbol inicien la incorporación de programas de Compliance para transparentar todo el sistema legal, económico y social de la asociación deportiva, poniendo especial énfasis en temas de anticorrupción, equidad, diversidad y violencia dentro y fuera de la cancha. Será alentador ver como los clubes de fútbol incluyan capacitaciones para todo su plantel y generen un cambio de cultura en la organización.
El Compliance no es solo una tendencia pasajera, sino una necesidad urgente en el mundo del deporte. En Costa Rica, los equipos de fútbol tienen la oportunidad de liderar con el ejemplo, adoptando prácticas que promuevan la integridad y la transparencia. Al hacerlo, no solo protegerán su legado y éxito deportivo, sino que también contribuirán a un deporte más justo y ético para todos.
Catalina Moya Azucena
cmoya@fayca.com
Asociada Senior experta en cumplimiento (compliance)
Facio & Cañas